
El 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer para visibilizar, concienciar y ayudar a prevenir esta enfermedad cada vez más común. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay más de 45 millones de personas que padecen algún tipo de demencia, de los cuales, el 70% corresponden a la enfermedad de Alzheimer. Además, las proyecciones no son halagüeñas, se prevé que el número de personas con demencia pase a cerca de 75 millones en 2030 y a casi el triple en solo 20 años más.
Con motivo de esta fecha, hemos querido entrevistar al director del equipo médico de Grupo El Yate, Antonio Cardona, para que nos hable sobre esta enfermedad y nos ayude a tratar con ella.
Pregunta: ¿Qué significa para la familia una persona con Alzheimer en casa?
Respuesta: La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por desarrollar un deterioro generalizado progresivo en la persona que la padece y alterar de forma significativa el entorno que lo rodea. En un corto periodo de tiempo, el cuidador principal se convierte en el supervisor de un paciente dependiente durante 24 horas al día y los 365 días del año. Esto en muchas ocasiones les obliga a encerrarse en casa y renunciar a su vida social, relaciones sociales, etc.
Hasta hace no mucho tiempo, el modelo de familia nuclear cubría estas necesidades -normalmente con la hija que se hacía cargo del padre-. Sin embargo, en la actualidad, este modelo familiar ha cambiado de forma que no favorece el cuidado del mayor. Si a esto se sumamos que los recursos sociales son limitados y no suelen llegar en el momento que se necesitan. Por tanto, al cuidador le supone una renuncia a su vida, a menudo el abandono del trabajo, lo que provoca el llamado Síndrome del Cuidador Quemado que se caracteriza por un alto nivel de estrés y ansiedad.
P: ¿Cuáles son las principales dudas que le asaltan?
R: La familia que cuida a un enfermo de Alzheimer se encuentra ante una situación desconocida para la que no tiene preparación, una situación que además es cambiante en el tiempo, apareciendo progresivamente nuevos problemas cuando uno ya maneja de alguna forma los anteriores.
Las dudas principales que se plantea la familia en primer lugar son sobre la enfermedad en sí: cuál es la evolución, cómo de rápida, se hereda, tendré yo Alzheimer, existe un tratamiento. Por otro lado, también se generan dudas sobre la propia capacidad de la familia para gestionar todo lo que viene: seré capaz de cuidarlo adecuadamente cuando el cuadro esté más avanzado, cómo debo actuar ante situaciones complicadas como trastornos del comportamiento, de la alimentación, del ritmo del sueño…
P: A nivel social, ¿es una enfermedad cada vez más reconocida?
R: Hasta no hace mucho el enfermo de Alzheimer, debido a su deterior generalizado y, sobre todo, del comportamiento, era ocultado por la familia al resto de sociedad. Esto se producía en un falso intento de protección o bien para evitar comentarios que consideraban despectivos.
Hoy en día gracias a la labor de asociaciones de enfermos de Alzheimer, asociaciones científicas geriátricas, a los medios de comunicación y otros muchos organismos y personas, la visión de la enfermedad ha cambiado, es más conocida por la población, son más conocidos los cambios que pueden provocar en una persona y también los medios de tratamiento y ayuda.
P: ¿Cómo se trabaja en El Yate con estos pacientes?
R: En usuarios pacientes con enfermedad de Alzheimer, el primer paso que realizamos es una valoración geriátrica integral en la que detectaremos las áreas más deficitarias y el estadio de la enfermedad. Según este estudio, se prescribirá un tratamiento de psicoestimulación integral (estimulación o rehabilitación cognitiva, terapia física y ocupacional) de más o menos intensidad que puede ir desde una estimulación cognitiva en los más leves, a rehabilitación cognitiva en fases moderadas y terapias de mantenimiento en fases más avanzadas.
Asimismo, disponemos del Centro de Rehabilitación Integral en el que estos tratamientos se intensifican, realizándose terapias más especializadas utilizando métodos de estimulación más avanzados como estimulación por ordenador, virtual, etc.
P: ¿Puedes dar algunos consejos para las familias que tienen un miembro con Alzheimer?
R: Sí, lo más importante es ser paciente y mantener la calma frente a los cambios que se vayan produciendo en el familiar. Hay que mantener rutinas, para ayudar al enfermo a ralentizar su demencia y, por el mismo motivo, es importante, también, mantener y motivar la comunicación. También es fundamental fomentar una vida activa, salir a caminar, hacer gimnasia… siempre en la medida de lo posible, claro está. Y, finalmente, hay que mostrarse sonriente y tranquilo, el enfermo puede estresarse si nota cambios de humor y tristeza en sus cuidadores.